miércoles, 21 de abril de 2010

Sigo siendo YO


Gracias,

Por no dejar un deseo solo,

Vagante y traslúcido en mi ser.

Por dejar crecer un alma

Con las voces de nuestro pensar

Y dejar la ridiculez de temer

Al expresar


Por hacer entender

Que es dicha liberar

Todo aquel saber

Que en nuestros mundos podemos encontrar.


Gracias,

Por los pocos momentos

Que puede soñar.

Por convertir un vaso de agua

En la mar.


Por intentar hacer escapar

Los murmullos que mi alma

En hálito cálido quisiera ahogar.


Por hacer palpitar mi dermis fuera de un sueño.

Por ilustrarme que la dicha

Es vivir el presente,

Dejar de vegetar

Y sosegar nuestra esencia en el futuro.

Por encontrarme en ausencia

Y susurrar en mis fantasías

Que estoy presente

Más que perdida.


Gracias,

Por convertir un iluso día

En una historia perenne,

Insoluble en mi existencia,

Incapaz de ser robada.


Ahora,

No importa cuanto tiempo

Pueda yo seguir soñando,

Apeteciendo sensaciones y recuerdos.


Divagando en mundo

Que no sea mío ni tuyo

Que pueda convertirse

en nuestro.


Ahora,

Poco me interesa ya saber

Si mi presencia te hizo sentir

Lo que tu a mi

Me hiciste vivir.


Porque todo queda dentro,

Abandonado,

Convertido en una historia

Sin trascendencia.


Ahora,

Se plasma la experiencia

En lienzos, en la vida,

En mi historia.

En pergaminos ilegibles

En tu senda,

En un grito silente.


Gracias,

Porque me hiciste ser.

Porque me hiciste sonreír.


Ahora ve feliz,

Extasiado y dispuesto a crecer,

Porque Yo, vivo hoy.

jueves, 8 de abril de 2010

¿Cómo sobrevivo esta espera?


¿Cómo pueden morir las palabras
desde un punto tan lejano como el cielo,
de donde nacen mis delicias a esta vida,
tu rostro, tu voz y mis labios?

¿Cómo se me marcha esa inspiración divina
con olor a almíbar y sabor de ti?
¿Cómo pierdo lo que soy
En el transcurso del tiempo
en que me besas la cara?

¿Cómo amor?
¿Cómo sobrevivo a la distancia de tus ojos y los míos?
¿Cómo amor?,
¡Como me quedo sin elixir de lo que es vivir!

Se me muere el alma
tan lento entre tus manos y mis lagrimas,
mientras no mate esa lejanía de ti
simplemente con un beso.